ECOS DE USUARIOS: “LA EXPERIENCIA DE UNA VETERANA EN NÁJERA”, POR MARIAN MURUA

Camino de Santiago; Marian Murua hospitalera en Nájera

Nos llegan más artículos de nuestras y nuestros usuarios que este verano ejercen de hospitaleros voluntarios en el Camino de Santiago. En esta ocasión, la crónica es de Marian Murua sobre su experiencia, del 1 al 15 de julio, en el albergue de Nájera. Destacar que el albergue riojano contará con la ayuda de nuestros usuarios durante todo el período estival. En concreto, además de la quincena realizada por Marian, Eduardo, Gema, Josean, Elisa y Pedro, cubrirán la totalidad de turnos hasta el próximo 15 de septiembre.

 

Otro año más, y es el cuarto, me he ido parte de mis vacaciones como voluntaria al albergue de Nájera durante quince días. He estado del 1 al 15 de julio.

Me lo he pasado muy bien con Manu, María y Ángel que son los tres compañeros que me ha tocado.

Este año como los demás, en el albergue de Nájera nos ha tocado limpiar el albergue, recibir a los peregrinos, registrarles, llevarles a las literas y estar todo el día con ellos. De lunes a viernes a la mañana limpiábamos de ocho a nueve y media más o menos. Luego teníamos tiempo libre hasta las doce y media y nos íbamos los cuatro a tomar algo antes de abrir.

A la una y media abríamos el albergue para los peregrinos. Nos turnábamos para ir a comer. Los fines de semana a las mañanas teníamos libre porque venía una chica a limpiar. Entonces nosotros aprovechábamos para ir de excursión.

El día 2 que era domingo fuimos a verle a mi compañera autogestora que estaba de hospitalera en Grañón. Se alegró mucho de verme y así conoció a mis compañeros.

El sábado día 8 nos fuimos a Santo Domingo de la Calzada. Estuvimos viendo la catedral y el albergue pero solo nos dejaron ver la planta baja del albergue.

El domingo día 9 estuvimos viendo los monasterios de Yuso y Suso que la verdad tienen unas vistas muy bonitas.

La última salida fue el sábado 15 de julio que estuvimos en Laguardia viendo la iglesia de Santa María.

La última noche nos fuimos los cuatro a cenar con los jefes del albergue. Como siempre fue una velada muy buena.

Yo, como siempre, vengo encantada con lo que hago y con muy buen gusto porque ayudar a los peregrinos te deja con un buen sabor de boca. Animo a la gente a que pruebe ser hospitaler@.

Muchas gracias a mis compañeros que han sido muy buenos y ha sido muy agradable estar con ellos.

Marian Murua

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