PERSONAS AUTOGESTORAS DE APDEMA YA HAN COMENZADO SU VOLUNTARIADO EN EL ALBERGUE DE ANFAS EN ESTELLA

Con el inicio del verano, se pone también en marcha una de las experiencias más enriquecedoras y significativas para las personas usuarias de Apdema: su participación como voluntarias en los albergues del Camino de Santiago. Este año, el punto de partida ha sido Estella, donde nuestras compañeras y compañeros del Programa de Personas Autogestoras ya están aportando su tiempo, esfuerzo y compromiso.

Itxaso, María Antonia, Josean y Javier han sido los primeros en sumarse a esta aventura solidaria en el albergue de ANFAS, en Estella. Desde su llegada, están plenamente implicados en las tareas del día a día, ofreciendo una acogida cálida y cercana a peregrinos y peregrinas, colaborando en la limpieza, en la preparación de comidas y en todo aquello que contribuye a crear un espacio hospitalario y humano.

Este proyecto no solo promueve valores como la solidaridad, la autonomía y la inclusión, sino que refuerza el sentimiento de pertenencia y utilidad de quienes participan en él. Porque ser voluntaria o voluntario es, también, una forma de construir comunidad desde la diversidad, demostrando que todas las personas, con o sin discapacidad, pueden ser motor de cambio y apoyo para otras.

A lo largo de las próximas semanas, más personas de Apdema seguirán los pasos de Itxaso, María Antonia, Josean y Javier. A todas ellas, nuestro más sincero agradecimiento por su entusiasmo y generosidad.

Una historia de compromiso, ilusión y crecimiento colectivo que merece ser contada… y celebrada.

Así nos lo transmite el responsable del Programa de Personas Autogestoras de Apdema en la crónica que compartimos a continuación, y que recoge de primera mano esta inspiradora experiencia.

Itxaso, María Antonia, Josean y Javier, del proyecto de autogestores de Apdema, ya han viajado hasta el albergue de Estella para comenzar su labor como personas voluntarias.

Durante su estancia, están ayudando y colaborando en diferentes tareas para asistir a los peregrinos y peregrinas que hacen el Camino de Santiago. Se encargan de dar la bienvenida, ayudar con la limpieza, preparar comidas y acompañar a las personas que llegan al albergue.

Este proyecto es una muestra clara de inclusión social y del compromiso de las personas con discapacidad, que también quieren aportar y participar en la sociedad. Ser voluntarios y voluntarias les permite sentirse parte de una red social, ganar confianza y demostrar que todas las personas, con o sin discapacidad, tienen mucho que ofrecer.

A lo largo del verano, más personas voluntarias de Apdema acudirán también al albergue de Estella. ¡Gracias a todas por su esfuerzo, compromiso y ganas de ayudar!

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