LOS GRUPOS DE TEATRO Y PERCUSIÓN DEL PROGRAMA SOLyEDAD DE APDEMA ACTÚA EN LOS PREMIOS COPE ÁLAVA

La tradicional gala de Premios COPE Álava celebrada el pasado miércoles, 19 de abril, fue clausurada por los grupos de teatro y percusión del Programa SolyEdad de Apdema. Fue la sorpresa final de un evento que anualmente reconoce a las entidades y personas más relevantes del año en nuestro territorio.

Dirigidas por Arantza Cordero, las personas que integran ambos grupos artísticos cautivaron al público con “Ensayo general” una bella y emocionante pieza.

La actuación fue el colofón a un acto en el que la empresa de Ingeniería Biomédica Aplicada I+MED fue reconocida como Alavés/a del año. La gala también reconoció a las empresas Victofer con motivo de su aniversario y Mantecados Felipe II. Además, la Fundación Jeiki recibió el Premio Solidario, Maite Ortíz de Mendibil el de Deporte y Azala el de Cultura.

El equipo técnico del programa SolyEdad ha querido compartir con Ecos la siguiente crónica que ha realizado Arantza Cordero sobre el evento.

El pasado miércoles un grupo de personas hicieron mover una sonrisa a otro grupo de personas y es que hablamos de movimiento, de mover, de moverse y de movilizar.

 

Personas que actúan para personas, sin olvidarse de que, een primer lugar, se actúa para uno mismo.

Personas que aplauden a personas sin olvidar que al ytrabajo de las personas hay que aplaudir.

 

El auditorio del Artium fue testigo de una serie de fluidos, trabajados y hermosos movimientos que el grupo de teatro Diente de León regaló a un público que quedó atrapado en esta pieza a la que han llamado Ensayo General.

El proceso de trabajo es el que realmente se aplaude cada lunes porque es ese el brillo que Ensayo General lleva consigo.

 

Personas que con avanzada edad descubren su cuerpo y la increíble cantidad de movimientos que un codo, un tobillo, un pelo y una cintura pueden retorcerse, estirarse y danzar, pero siempre con una premisa: se hace bonito.

 

Ensayo General es una clase sacada de su espacio y traída para que el público sienta cada tobillo, cada codo, cada mirada y cada susurro. La escena sucede en cada cuerpo porque, a partir de él, surgen e irradian todos los lugares posibles. El cuerpo como protagonista de la experiencia escénica explorando la belleza en cada límite.

 

La energía de los cuerpos entra en escena con nervios, de esos que solo los grandes profesionales saben transportar por el escenario. Los cuerpos se colocan según los ensayos y las miradas se encuentran según las sensaciones. Los movimientos fluyen tras un trabajo y una buena dirección, acción y vibración. Arantza Cordero es la encargada de hacerles brillar con la luz que ellos mismos sacan y que ella sabe ver, entender y vibrar porque ella no es directora, no es profesora es una vibradora a su lado. Es una pieza más de este Ensayo General.

 

Es el sonido de la percusión el que abre la pieza y vibra dentro del alma de cada persona para dar paso a una escena en la que dos personas son «amarradas» con lana, mientras tratan de comunicar que, en una silla sentados, el mundo no para y que, por tanto ellos, deben continuar. Mirarse, tocarse, arrancar la lana y en silencio un grito da paso a la siguiente escena. La absoluta brillantez de un cuerpo que busca acariciar el suelo con cada uno de los rincones de su cara, sus manos, sus muslos o su espalda. Txema contando con su cuerpo que hay que sentir la tierra para avanzar.

 

Suena el viento y , de repente, en el auditorio del Artium las personas sensibles comienzan a ser invadidas por el susurro de aire. Blanca, en medio del escenario, no puede dejar de mirar su mano que danza por el aire al sonido del aire. Sonríe a su mano, establece una complicidad que llega a Vicente y que desea con todas sus fuerzas amar esa danza en un espacio lleno de aire. Ellos no pesan por eso se entrelazan y retuercen tan bonitos…. Ssshhhhhhh….el aire les da permiso para que sus cuerpos se amen danzando.

 

La energía más fresca y clown de Jose entra de la mano de Arantza que se colocan frente a sus puertas que no se ven, pero su intrepretación transporta a todo el mundo a entender que se puede bailar detrás de cada marco para saltar después fuera de ellos. Las puertas abiertas para unirse y bailar, bailar… bailar.

 

Es momento de hacer fuerza y liberar esa primera escena marcada en dos sillas por Vitoriano y Maria Jesús, es momento de desamarrar, soltar, romper. Todos los cuerpos ahora son uno siendo la percusión la fuerza impulsora de todos, de todas.

 

Tocar hace que la vida suene y resuene, con la pretensión de hacernos sonar alto y fuerte y reivinidicar que somos. Rodrigo es ese ser que les enseña a que sus cuerpos suenen y es un gran motivador de vida, de la que hay que vivir porque merece la pena.

 

 

Fuera barreras, viva el arte, viva mi cuerpo.

 

Gracias por colaros en nuestro Ensayo General

Comentarios no permitidos.