Araceli Martín y Óscar Valderrama

Madre e hijo. Vitoria-Gasteiz

Ayudar a su hijo a salir a flote en la vida. Ante las adversidades, en los malos momentos, a contracorriente… Esa ha sido la prioridad para Araceli desde que nació su hijo Óscar con discapacidad intelectual.
Precisamente, por ese motivo, con apenas seis meses Araceli apuntó a Óscar a los cursillos de natación que Apdema realizaba en la piscina de Gorbeialde.

“Le apunté a Óscar a los seis meses a natación porque me parecía fundamental que aprendiese a nadar. Más que anda por tranquilidad mía. Y según fue creciendo, me parecía que la natación era un deporte muy completo que le venía muy bien apra su motricidad, coordinación de movimientos…
Y además, practicar un deporte exige seguir unas normas, unas conductas… Y eso, en su vida cotidiana lo va a aplicar. Y saber que todo aquello que hace tiene unas consecuencias. Por ejemplo en la natación, si no cumples las normas que rigen te penalizan, igual que en el día a día”, explica Araceli.

Desde entonces, la relación entre Óscar y el agua no ha hecho otra cosa que crecer hasta convertirse en todo un romance. Buena prueba de ello son su primer puesto en el Campeonato al nadador más completo de Álava (Torneo San Prudencio) de los nacidos en el año 2000.  Además, este año 2019 consiguió 3 medallas en el Campeonato de España de Natación para personas con discapacidad intelectual en las modalidades de 200 m. mariposa (bronce), 400 m. estilos (plata) y 100 m. estilos (bronce).

 “Los entrenamientos son muy importantes para preparar los campeonatos. Cuando consigo una medalla lo celebro y luego voy con mi entrenador y con mis colegas a celebrarlo”, dice Óscar.
Al respecto, Araceli afirma que “valoro muchísimo sus logros deportivos, pero mucho más la forma que tiene de superar los retos que le pone la vida día a día. Por ejemplo cuando empezó a andar, cuando empezó a hablar… Y todas las metas que se ha ido poniendo y que ha conseguido superar.”

La natación ha sido para Óscar un medio para sumergirse de lleno en sociedad, el estímulo para fomentar su inclusión y participación social. Siempre de la mano de Araceli. Su madre ha sido el vehículo de socialización de Óscar, la punta de lanza que le ha impulsado a establecer relaciones y vínculos afectivos más allá del círculo familiar.

 “Me gusta mucho nadar y me relaciono con los colegas y el entrenador”, cuenta Óscar.
Mientras que para su madre Araceli, “la integración social de Óscar es una competición que hay que ganar cada día. No sólo en la natación, sino también en todos los ambientes en los que se mueve. Para mí, la integración social de Óscar es el trofeo más preciado”.