Emilio y Andoni Gallego

Padre e hijo. Vitoria-Gasteiz

Educar a los hijos es un reto duro y maravilloso al mismo tiempo para una pareja. Pero afrontarlo sólo con hijos de corta edad es un gran desafío.
Cuando Emilio enviudó, sus hijos Andoni y Leire contaban 4 años y 7 meses, respectivamente. Pero desde el primer momento tuvo claro que la suya sería una familia rica en amor y valores. Y para ello era fundamental fomentar la autonomía y el desarrollo de sus dos hijos. Especialmente de su hijo Andoni, con discapacidad intelectual.

DECLARACIÓN DE EMILIO
“Afortunadamente, tuve la suerte de contar con la ayuda de mi mujer, mis suegros, que vivieron con nosotros siete años. Y para las vacaciones con la ayuda de mi propia familia.
Todo el mundo tiene capacidad para desarrollar sus habilidades durante toda la vida. Y ahí, estos chicos son iguales que los demás. Mantener ese estímulo es muy importante. Por eso, Andoni siempre ha tenido unas clases particulares, que sigue manteniendo, como yo sigo asistiendo a otras clases”, cuenta Emilio.

Por eso, Emilio siempre ha estimulado y potenciado la creatividad y el aprendizaje de sus dos hijos, según sus capacidades. Una forma de ver el mundo, de comportarse y valorar la vida propia y la de los demás que ha permitido a Andoni desarrollarse personal y emocionalmente y adquirir las habilidades básicas para afrontar la vida de adulto.

DECLARACIONES DE ANDONI Y EMILIO
“Al salir del centro ocupacional voy a casa de una profesora que desde hace mucho tiempo me da clases. Voy en coche, me lleva mi padre. Bueno, a veces es un poco difícil y a veces más fácil”, explica Andoni.
“También en casa hay que procurar que desarrolle sus habilidades. Así como el cuidado de sí mismo y las tareas del hogar que pueda”, apunta Emilio.

Otro de los pilares en el desarrollo personal de Andoni es el uso eficaz y disfrute de su tiempo de libre. De hecho, el ocio es una parte muy importante de la relación que mantienen padre e hijo. Hacer deporte, ir al monte, visitar a la familia en Salamanca o el Deportivo Alavés son algunas de las aficiones que comparten. Pero Andoni también disfruta parte de su tiempo de ocio con otras personas. Para Emilio, la socialización de su hijo es un factor clave en el desarrollo de su personalidad y un estímulo para su autoestima.

“Es muy importante que se socialicen como los demás. Por eso tienen que ir a una educación, a juegos y a actividades en sociedad. Se quedó muy solo en la adolescencia. Y ahí fue muy importante la labor de los grupos de scout de la parroquia de La Esperanza. ¡Gracias, Ricardo! También los grupos de fin de semana de la parroquia de Los Ángeles. Y después, todas las actividades del centro de ocio de Apdema. A las cuales valoro lo que más”, afirma Emilio.
Y Andoni apunta que “mi padre, después de trabajar muchos años se jubiló. Y me dedica más tiempo cuando salgo de trabajar. Me va a buscar, me lleva a clases particulares, hace más tareas, me lleva y me va a buscar a Apdema… Un poco de todo”.